El ácido glicólico corrige los problemas de la piel favoreciendo la renovación celular de las capas superiores de esta a través de la exfoliación. Ayuda frente a la sequedad de la piel, el eczema y la psoriasis, así como también, las verrugas, la piel áspera y la rosácea. Combate los cambios en la piel asociados al envejecimiento, como las arrugas y el daño producido por la exposición solar.
Se utiliza como ingrediente para hacer cremas, mascarillas, exfoliantes, sérums.
La dosis aconsejada de uso es del 8-10% en cremas.